La congestión nasal es un síntoma común de resfriados y alergias, pero, ¿sabías que puede haber otras causas menos conocidas?
A continuación, vamos a ver qué puede haber tras este síntoma, cómo prevenirlo y algunos consejos para aliviar la congestión nasal.
¿Qué es la congestión nasal?
La congestión nasal es una inflamación de los tejidos blandos nasales (mucosas) que dificulta o impide el paso de aire. Se caracteriza por la sensación de “nariz tapada” o de obstrucción nasal. Suele ser uno de los síntomas de alguna afección, aunque en ocasiones puede aparecer sola de forma espontánea. Además, puede estar acompañada de secreción nasal o tratarse de una congestión nasal sin mocos.
Principales causas de la congestión nasal
La congestión nasal es uno de los síntomas de infecciones que afectan a las vías respiratorias altas, también puede ser síntoma de una alergia, o bien producirse a causa de una irritación de la mucosa nasal por factores externos, o incluso por factores anatómicos.
A continuación, vamos a ver las principales causas.
Infección de las vías respiratorias altas
Los resfriados comunes, la gripe (virus de la influenza), el coronavirus y la infección por Virus Respiratorio Sincitial son infecciones víricas de las vías respiratorias altas que pueden presentar congestión nasal entre sus síntomas. En este caso, suele ir acompañada de moqueo líquido, sensación de inflamación y otros síntomas, como malestar general o fiebre.
Rinitis alérgica
Uno de los principales síntomas de la rinitis alérgica es la congestión nasal, que suele ir acompañada de secreción nasal, picor, estornudos y, a veces, síntomas oculares, como lagrimeo y enrojecimiento.
La rinitis alérgica se debe a una sensibilidad alérgica frente a una sustancia transportada por el aire, como por ejemplo el polen, los ácaros del polvo, las esporas del moho o el pelo de algunos animales.
Irritación por agentes físicos o químicos
En ocasiones, la mucosa nasal puede irritarse a causa de algún agente químico o físico presente en el ambiente, inflamándose y provocando así la congestión. Puede ser una seca, o bien con secreción nasal acuosa.
Algunos de los responsables de la irritación de la mucosa nasal son: el humo del tabaco, el aire seco, los alimentos picantes o los perfumes fuertes, entre otros.
Medicamentos
Algunos medicamentos pueden causar rinitis como efecto secundario. Por lo general causan congestión nasal sin mocos (seca).
El caso más habitual se produce por abuso de los descongestionantes nasales en spray, por eso es muy importante seguir las instrucciones de tu farmacéutico y limitar su uso.
También hay otros fármacos de prescripción médica que pueden causar rinitis. Si tienes dudas al respecto, consulta con tu médico o tu farmacéutico.
Alcohol
El consumo de alcohol provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, incluidos los de la mucosa nasal. Esto provoca congestión nasal mientras duran los efectos del alcohol.
Sinusitis
La sinusitis es una infección de la cavidad nasal y los senos paranasales que produce inflamación y producción abundante de moco. La sinusitis puede ser aguda, normalmente asociada a un resfriado, o bien crónica (en este caso, suele ser por infección bacteriana).
La congestión nasal en la sinusitis va acompañada de secreción nasal, a menudo densa, además de otros síntomas, como dolor y sensación de presión en la cara.
Poliposis
La presencia de pólipos en la cavidad nasal puede ser tan abundante que dificulte el paso de aire, provocando así una congestión nasal crónica.
Alteraciones anatómicas
Algunas alteraciones anatómicas de la cavidad nasal pueden provocar congestión nasal, como por ejemplo un tabique nasal desviado o el agrandamiento de las adenoides.
Embarazo
Es habitual padecer congestión nasal relacionada con el embarazo, lo que se denomina “rinitis gestacional”. Aunque no se conoce con exactitud la causa, se asocia a los cambios hormonales y fisiológicos que ocurren durante esta etapa. Suele ir acompañada de secreción nasal y estornudos.
Presencia de un cuerpo extraño
La presencia de un cuerpo extraño en la cavidad nasal puede provocar congestión y otros síntomas (moco denso, inflamación, mal olor, dolor, fiebre). Por eso, se debe consultar con un médico ante sospecha, especialmente en niños, para extraer el objeto con seguridad lo antes posible.
Causas hormonales
Los cambios hormonales también pueden ser causa de congestión nasal, así como algunas patologías hormonales, como los trastornos de la glándula tiroides.
Síntomas de la congestión nasal
Aunque la rinitis no es una patología en sí misma, sino un síntoma, puede ir acompañada de otras manifestaciones sintomáticas habituales:
Picor nasal y estornudos
La inflamación de las mucosas nasales también suele provocar molestias nasales, principalmente picor. Como consecuencia, aparecen los estornudos. En la rinitis alérgica, por ejemplo, son habituales los estornudos “en salvas”, es decir, en tandas de varios seguidos.
Goteo y secreción nasal
La secreción de moco puede ser líquida o densa, en función de la causa de la congestión nasal. Pero es habitual que en ambos casos se presente en forma de secreción continua o goteo nasal. Si la obstrucción nasal es acusada, la secreción puede drenar por la parte trasera de la cavidad nasal, hacia la garganta (goteo posnasal).
Dificultades para dormir
La obstrucción dificulta la respiración nasal, que es la que ocurre naturalmente durante el sueño. Por eso, la congestión nasal está muy asociada a dificultades para conciliar el sueño, despertares durante la noche, ronquidos y sueño ligero.
Apnea del sueño
La congestión nasal también se asocia a apneas durante el sueño, es decir, períodos en los que se detiene la respiración a causa de la obstrucción de la vía respiratoria durante, normalmente, unos segundos. Este problema suele ir acompañado también de frecuentes ronquidos.
Tos o dolor de garganta
La secreción nasal abundante que gotea hacia la garganta puede irritar también esta zona, provocando dolor y tos.
¿Cómo prevenir y tratar la congestión nasal?
Para acabar con la rinitis es importante conocer su causa y tratarla adecuadamente. Además, puedes poner en práctica los siguientes consejos para aliviar este síntoma.
Soluciones de agua de mar
El uso de soluciones de agua de mar para lavado nasal ayuda a limpiar la mucosa nasal, eliminar el exceso de moco y, en caso de las soluciones hipertónicas, a descongestionar.
Buena hidratación
Beber abundante agua, infusiones y sopas ayuda a fluidificar el moco, evitando que se acumule en exceso. Además, una buena hidratación favorece que las mucosas se mantengan húmedas y libres de irritaciones.
Uso de un humidificador
En caso de irritación nasal o abundante moco espeso, los humidificadores pueden ayudar a hidratar la mucosa nasal, reducir la irritación y fluidificar el moco.
Evitar el consumo de alcohol y otras sustancias irritantes
Sea cual sea la causa de la congestión nasal, evitar las sustancias irritantes (humo, productos químicos, picante…), así como el consumo de alcohol, evitará que los síntomas empeoren.
Evitar los cambios bruscos de temperatura
Los cambios bruscos de temperatura favorecen la dilatación o contracción de los vasos sanguíneos de la mucosa nasal. Por eso, en caso de congestión nasal es recomendable evitarlos para prevenir un empeoramiento de los síntomas.